LA INOCENETADA
No soy muy adicto a bromas ni por tanto a “inocentadas”, pero algunas hay con cierto salero y sobre todo con oportunidad, mucha oportunidad. Para mañana quizás que alguna mantenga la tradición y hasta es posible que sea sangrante por su acidez o ironía, que de tal cual todo cabe en la vida. La historia de las inocentadas publicadas en diarios o radiadas en emisoras es amplia y algunas han quedado como espejo de una realidad política o social. Siempre hay ingenuos que creen en lo leído y lo visto y ahí está la salsa del día donde puede destacar bien el autor, bien el sufrido burlado. Otras, la mayoría, se quedan en burdas, crueles y hasta sangrantes “gracias” de quienes aprovechan el día para soltar su bilis contenida durante un todo año. Noticias falsas, resultados deportivos, fotografías trucadas, filmaciones apañadas, sonidos modificados con una técnica muy bien aplicada pueden ser vehículos apropiados para burlarse de los receptores ingenuos, que los hay, vaya si los hay. Así que en esta fecha hay que leer, oír o ver con cierto recelo, con la mosca tras la oreja, andar con sumo cuidado y si se cae en la trampa, aceptarla con un buen humor no exento de cierta simplicidad por haber sido víctima y no ejecutor del hecho. Sobre todo teniendo en cuenta que en estas líneas, por su seriedad, está la veraz noticia del año y es proyecto inicial que será aprobado el próximo mes: creación de “piscanes” en cada esquina del Eix para que las mascotas no ensucien el mamperlán de portales y bajos de escaparate. Tambien, hasta la festividad de Reyes la megafonía de Calle Mayor y adyacentes emitirá el “Redde mihi laetificam salutaris tui” del Miserere que me atrevo a traducir con permiso de la autoridad competente como algo así: “devuélveme la alegría de tu salvación”. Añado por mi cuenta y riesgo: “... y el rosario de mi madre” tambien.

para LA MAÑANA del dia 29-03-11

ERNEST IBAÑEZ
Soy consciente que “lo campanar” de esta semana llega tarde como una cigüeña despistada y sin espadaña o grúa de obra donde anidar, pero por turno de oficio hasta hoy martes no me tocaba la vez. Y tal que pueda parecer un olvido a Ernest Ibáñez como persona y a su obra, no es tal, que me parece queda bien el primer párrafo. Hay que mirar en la historia del arte de Lleida para comprobar la importancia de Ibañez como pintor y tambien como escritor. Que no me resisto a recordaros un párrafo de su libro “l’ experiencia del art i el silenci” con cuya comprensión va implícita la dedicación del autor al pasado unido al presente: “la memòri és dels grans misteris. Dins del poder de la memòria hi ha la de l’individuo, la col-lectiva i la cósmica.” Ya se escribió la pasada semana en estas páginas y ya hubo comentarios oídos sobre la importancia de la obra de Ernest Ibáñez. Tengo bien presente mi última conversación con él en su estudio, teniendo como base de la charla este libro que me ayuda ahora, que es un largo adentrarse exponiéndolo, en su pensamiento y en su concepción de lo que podríamos llamar bases vitales de su existencia, de lo que desde, imagino, su dentro fueron pautas y línea para seguir. Así que fué estar en primera línea para ser cabeza de ariete no sólo en el abstracto sino tambien en otros itsmos, sacando de su yo aquellas dudas, aquellas concepciones de lo que quería e hizo dentro del arte. Y estas rayas van saliendo con el apoyo de lo que dejó escrito, de lo que me dijo y yo escuché atentamente aquella tarde en su taller, donde los horas parecieron minutos. Queda encontrar y animar a uno, dos y tres, como los tres banderilleros en el redondel del poema de Benítez Carrasco que recitaba Gabriela Ortega: tres historiadores en el redondel lleidatá que dejen al aire de la calle la obra y pensamiento de Ernest.

reloj

lamentable

Publicado en mi columna semanal de LA MAÑANA
LAMENTABLE
Entro, con el permiso de la jefa de Mi Casa Civil, en una parcela que debía pedir se ubicara en las páginas deportivas, pero allá va, que para los amantes del fútbol la pasada semana ha sido de chupa pan y moja. Partidos oficiales de diversas competiciones todos los días, emoción para quien siente determinados colores, alguna que otra decepción por lo presenciado... lo normal pero hasta la saturación. Y no del juego sino por ese maldito invento que es el comentarista, que no narrador. Alguien lo puso ahí con buena pasta gansa de alhiguí y los que tenemos la paciencia de aguantar todo el partido, un desastre hasta la exageración. Porque es necesario que alguien lleve la conducción de lo televisado, pero execrable la forma de expresarse del adjunto. Viejas glorias del fútbol en sus ocasos de fama que ni saben gramática ni las mas elementales reglas de la locución y que además se apoyan en lo que todos hemos visto para explicarnos a toro pasado la jugada según sus ojos. Lamentable. Predomina el estilo valdanesco pedante por méritos propios sentando cátedra de cursilería porteña. Quedaría el recurso de quitar el sonido y apoyarnos en las narraciones de las emisoras de radio si no fuera porque algunas de ellas también tienen los mismos defectos. No vale poner nombres, que según el partido y la cadena pueden variar, pero alguna tiene fijo a quien cada tres palabras nos mete hasta el corvejón el gol de “¿no?”. O esotro que el “ahí está” es base para sus parrafadas. Nos queda el trágala o desapuntarse de las retransmisiones y eso es tarea imposible, al menos para mí. Me queda el consuelo, consuelo de muchos, de quienes sufren también tal fechoría televisiva, que están hasta la coronilla de los comentaristas de turno. Y cierro la columna preparándome para soportar las gilitonteces de esta noche

GOD SAVE THE TROUT

LA MAÑANA 3-08-10

GOD SAVE THE TROUT
Como no soy ducho en la pesca, pues en la mi ya larga vida sólo una vez en Bossot capturé un pez de un piscifatoria con una caña y eso porque el encargado guió mis inexpertas maneras, no puedo de forma fehaciente escribir si las truchas de los cotos para la pesca deportiva contienen o mantienen a los osteictios (peces óseos), los condrictios (peces cartilaginosos) o algo parecido. Que mas dá. Seguro que no tienen ni astas en puntas ni por tanto dan cornadas, ni sus captores corren más peligro que caer a la charca ni son necesarias enfermerías ni cirujanos. Según leí es una clase de pesca que después de capturar y arrancar el anzuelo de la boca con sus desgarros, la vuelven al agua a que se reponga si pueden y vuelvan a ser engañadas con el cebo; así los esforzados deportistas tienen las de ganar de todas, todas. Naturalmente hasta que se forme una plataforma cívicopolítica antipescadora deportiva, --que apoyaré con todas mi fuerzas-- pues tambien hay corazoncitos que penamos ante un arte que no se puede aguantar. Algunos empezarán a defender un “deporte” que está sin poetas como García Lorca y Gerardo Diego, dramaturgos como Alfonso Sastre, cineastas como Ladislao Vadja y Bardem, músicos como Bizet, y Turina, novelistas como Blasco Ibañez, biógrafos como Antonio Burgos y Larry Collins-Dominique Lapierre y pintores como Goya y Picasso. La tira. Tras un reciente caso muy aireado por plumillas y tal, vendrán prohibiciones para actos populares y de arraigo en costumbres y tradiciones --casi se me escapa y escribo traiciones-- pero no de los embolados, los correbous o así. O esperar con un mejor criterio que (truchas las seguirá habiendo) la pesca deportiva muera por falta de adeptos y sus defensores seguirán ocultos para verlas venir y ... “Honi soit qui mal y pense"

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De JAEN especial Semana Santa 2010
Esta Semana Santa jaenera marca un hito en su densa historia. Nada más y nada menos que la salida de Nuestro Padre Jesús desde su Camarín donde está, como fué, es y será el anhelo ferviente de todos los creyentes de Jaén. Y sale en Estación de Penitencia desde un espacio insuficiente a todas luces para albergar a los que un año tras otro, miles, llenaban la Plaza de Santa María. Una semana, día más dia menos antes de “La madrugá” y escribiendo desde más de 800 kilómetros de distancia, se opina humildemente que este acto multitudinario, intimo, tremendamente emotivo, puede convertirse en el error más total y absoluto de quienes han proyectado la salida, el cambio de trayecto, el Encuentro, con toda su parafernalia. Los jaeneros que desde nuestra nacencia, desde nuestras herencias familiares y me atrevo a jurar que desde antes de nuestra concepción amamos al “abuelo” y vivimos con el más completo sentido religioso que esta simple palabra conlleva, deseamos fervientemente que todo salga perfecto, que no haya ni el más mínimo incidente. Pero el sentido común --el menos común de los sentidos-- apoyado en una ley física sobre el espacio y los cuerpos que lo ocupan, nos aclara la mente y nos hace pensar, calibrar donde, cómo y de qué manera se van a ubicar a quienes por necesidad o por compromiso han de estar DENTRO del Camarín cuando la salida, y cómo y de qué forma va a formarse la Estación de Penitencia, subiendo en vez de bajando “los Cantones”, enviando al Carro de la Virgen hacia la Plaza de Santa María para preparar el Encuentro. Ah, y restricción de espacio también para los medios de comunicación que un año tras otro nos han traído hasta nuestros domicilios, de forma detallada y emotiva la salida de Jesús. Y a los que hemos fallado en alguna edición la presencia física en Jaén, por y con Canal Sur hemos vivido y sentido y rezado como si estuviéramos frente la puertas de la Catedral. Este año no. El Encuentro sí, que será entre el Palacio Episcopal y el Ayuntamiento.
Confieso que alguna vez, cuando Jesús volvió a su Casa soñé despierto su Estación de Penitencia, su asomada desde un espacio propio. La realidad, la triste y cruel realidad me ha hecho bajar de las nubes. Y aceptar la imposibilidad de una presencia física de quienes también soñaron lo mismo, con los accesos colapsados, con calles cerradas, con la frustración adueñada de sus almas. Dios, su Hijo, nuestro “abuelo”, puede hacer el milagro que dentro de unas dificultades y unas imposiciones insoslayables, la salida de Jesús transcurra con una normalidad aparente. Me intenta consolar quien puede, quien también opina desde su atalaya cercana que contra las leyes físicas no puede hacerse nada, que sólo queda cumplir con las misiónes dentro del orden de la procesión voluntariamente aceptadas. Pero.... y tras el pero, el silencio clamoroso-- otro oximorón-- sobre unas decisiones que afectarán a miles de fieles, a miles de creyentes, de quienes sienten a Nuestro Padre Jesús como algo especial, mas allá de leyendas y sobre todo de camarillas que hacen y deshacen contando sólo con su criterio, en este caso y desde la distancia física, repito, con un tremendo error de apreciación. Y la coda final con algunos versos de un poema de Mario Benedetti: ”siempre me aconsejaron que escribiera distinto-- que no sintiera emoción, sino pathos--que mi cristal no fuera transparente--sino prolijamente esmerilado.--Y sobre todo que si hablaba del mar-- no citara la sal”.....”en consecuencia seguiré escribiendo-- igual a mí o sea de un modo, rutinario, tristón, desangelado”... “y eso tal vez ocurra porque no sé ser otro que eso otro que soy para los otros”
Nota para Juana; los versos de Benedetti, en cursiva o negrita. Gracias y un abrazo.

EL CAMARÍN

EL CAMARIN
Ya está donde solía. Un peregrinar por diferentes templos de Jaen--incluyo los años de guerra, cuando fué guardado celosamente en Las Bernardas-- por causas algunas no del todo claras, que se ha cerrado en este Noviembre para nosotros los Jaeneros, glorioso. Porque --aún me conserva Dios la memoria-- recuerdo perfectamente las madrugadas anteriores al 36 saliendo de manos de mi abuelo tras la Sagrada Imagen y mezclándome con lo que entonces nos parecía multitud, en la plaza de la Merced, agarrado a la reja de una ventana tal que frente a la puerta principal de la iglesia. Y fuí testigo accidental en una madrugada cuando unas personas, pocas pero admirables por su arrojo, llevaron en el verano del 36 la Imagen tapada con sacos, desde la Merced hasta las Bernardas. Luego, ya con la paz, el culto en Sagrario, la Catedral, con una pugna soterrada, nunca salida a la luz pero comentada en mentideros, para que continuara “el abuelo” en le templo catedralicio. No. ya está donde solía. Desde la lejana ciudad en la que moro, me alojo o me cobijo porque vivir lo que se llama vivir hubiera sido bajo la sombra del cerro de Santa Catalina, estoy de espíritu con Jaen ahora más que nunca Más, mucho más que recordando sábado tras sábado tiempos idos y lugares entrañables desde “Perspectivas” ese rincón que me ha marcado Juan Espejo. Porque cuando llegue a mi última vuelta del camino lo haré pensando en la Carrera de Jesús, en el Camarín que alberga nuestra Imagen, la del “Abuelo”, y por donde quisiera pasar antes de hacer la última maleta