EL CAMARÍN

EL CAMARIN
Ya está donde solía. Un peregrinar por diferentes templos de Jaen--incluyo los años de guerra, cuando fué guardado celosamente en Las Bernardas-- por causas algunas no del todo claras, que se ha cerrado en este Noviembre para nosotros los Jaeneros, glorioso. Porque --aún me conserva Dios la memoria-- recuerdo perfectamente las madrugadas anteriores al 36 saliendo de manos de mi abuelo tras la Sagrada Imagen y mezclándome con lo que entonces nos parecía multitud, en la plaza de la Merced, agarrado a la reja de una ventana tal que frente a la puerta principal de la iglesia. Y fuí testigo accidental en una madrugada cuando unas personas, pocas pero admirables por su arrojo, llevaron en el verano del 36 la Imagen tapada con sacos, desde la Merced hasta las Bernardas. Luego, ya con la paz, el culto en Sagrario, la Catedral, con una pugna soterrada, nunca salida a la luz pero comentada en mentideros, para que continuara “el abuelo” en le templo catedralicio. No. ya está donde solía. Desde la lejana ciudad en la que moro, me alojo o me cobijo porque vivir lo que se llama vivir hubiera sido bajo la sombra del cerro de Santa Catalina, estoy de espíritu con Jaen ahora más que nunca Más, mucho más que recordando sábado tras sábado tiempos idos y lugares entrañables desde “Perspectivas” ese rincón que me ha marcado Juan Espejo. Porque cuando llegue a mi última vuelta del camino lo haré pensando en la Carrera de Jesús, en el Camarín que alberga nuestra Imagen, la del “Abuelo”, y por donde quisiera pasar antes de hacer la última maleta