miércoles, 6 de octubre de 2010

lamentable

Publicado en mi columna semanal de LA MAÑANA
LAMENTABLE
Entro, con el permiso de la jefa de Mi Casa Civil, en una parcela que debía pedir se ubicara en las páginas deportivas, pero allá va, que para los amantes del fútbol la pasada semana ha sido de chupa pan y moja. Partidos oficiales de diversas competiciones todos los días, emoción para quien siente determinados colores, alguna que otra decepción por lo presenciado... lo normal pero hasta la saturación. Y no del juego sino por ese maldito invento que es el comentarista, que no narrador. Alguien lo puso ahí con buena pasta gansa de alhiguí y los que tenemos la paciencia de aguantar todo el partido, un desastre hasta la exageración. Porque es necesario que alguien lleve la conducción de lo televisado, pero execrable la forma de expresarse del adjunto. Viejas glorias del fútbol en sus ocasos de fama que ni saben gramática ni las mas elementales reglas de la locución y que además se apoyan en lo que todos hemos visto para explicarnos a toro pasado la jugada según sus ojos. Lamentable. Predomina el estilo valdanesco pedante por méritos propios sentando cátedra de cursilería porteña. Quedaría el recurso de quitar el sonido y apoyarnos en las narraciones de las emisoras de radio si no fuera porque algunas de ellas también tienen los mismos defectos. No vale poner nombres, que según el partido y la cadena pueden variar, pero alguna tiene fijo a quien cada tres palabras nos mete hasta el corvejón el gol de “¿no?”. O esotro que el “ahí está” es base para sus parrafadas. Nos queda el trágala o desapuntarse de las retransmisiones y eso es tarea imposible, al menos para mí. Me queda el consuelo, consuelo de muchos, de quienes sufren también tal fechoría televisiva, que están hasta la coronilla de los comentaristas de turno. Y cierro la columna preparándome para soportar las gilitonteces de esta noche

No hay comentarios: