LSR (II)

LSR (II)
Quieralo o no, se me van los dedos sobre el teclado del Mac. Quiéralo o no, y a trueque de no poder presumir de imparcialidad, “lo campanar” hoy toca a gloria bendita porque el sábado nos reunimos los cabales con ese gran hombre y mejor persona que es Luis Serrano Ruiz. Una cena sorpresa para el homenajeado que deja la presidencia de la Casa de Andalucia tras hacerla subir hasta cimas insospechadas. Una real y auténtica sorpresa para quien sembró -- y lo que te rondaré-- amistades, favores, trabajos y sobre todo amor a sus otras casas con “LA MAÑANA” en lugar preeminente. El homenaje donde el afecto, la admiración y la gratitud por el trabajo bien hecho por Luis a lo largo de toda su vida, tuvo la atmósfera que imperó durante el acto, antes y después. Hubo adhesiones, palabras, frases encomiosas dichas con la mayor sinceridad, pero cuando acaban las palabras, ya lo digo otro Luis, -- Beethoven-- empieza la música. En la sala flotaba esa música que no se oye pero se siente y que hace aflorar lágrimas de emoción a uno y otros.. “La amistad añade esplendor a la prosperidad y hace mas leve la adversidad” (“de amitia”, Ciceron) y eso, además derrama a manos llenas LSR. Basta repasar la historia de la Casa de Andalucía en estos últimos años para resaltar desde donde partió Luis y dónde deja el puente de mando. Seguro estoy que seguirá llamando a las puertas donde encontrar mejorías para la entidad, que solicite a personas entidades y organismos lo que crea necesario para la Casa. Porque Luis Serrano Ruiz --LSR--