LO CAMPANAR
manolo molina
COMA Y CRISTÓFOL
Parece como si la inicial les uniera más. Como si en ese traer hasta hoy los tiempos idos, como ese acierto del Col.legi d’Aparejadors y ArquitectesTécnis de Lleida nos hiciera recordar una época pujante, inquieta, con una incidencia innegable en el mundo artístico de la ciudad y su zona de influencia. Que no era alicortada, pese a la atmósfera que cuando entonces se respiraba. La exposición un recuerdo vívido, perenne con el norte puesto en el grupo Cogull, cuando muchos de sus componentes se asomaban a las páginas de “LA MAÑANA” por sus méritos e inquietudes. Coma Estadella y Crístófol juntos por una concepción vanguardista del arte, por dar a conocer una visión de la materialidad de sus ideas artísticas. Ahora, hoy, se vuelve a estar cerca de quienes, junto a Coma y Cristófol, a quienes recuerdo con una certera nostalgia, formaron el grupo con más vitalidad de la ciudad. Insisto en colocarme en aquella época y sus circunstancias, en la disparidad de ideas y en la materialidad de los resultados que quedan ahí con una fuerza impresionante, con una resistencia al paso del tiempo. Basta visitar la sala que lleva el nombre de uno de los artistas, admirar lo expuesto, pensar y adivinar su idea de concepción, sentir la presencia viva y eterna de quienes han dejado para la historia de las Bellas Artes de Lleida una herencia importantísima. Paso, me desligo del elogio desmesurado, de la añoranza sensiblera de tiempos idos, de comparar estilos, de inclinarme por una tendencia u otra. Me quedo, gracias a la Sala “Coma Estadella” y su oferta de una muestra bien elegida, con el poso que desde hace casi medio siglo dejaron esas cuarenta y cinco obras que nos enseñan una concepción artística fuera del adocenado aire que nos rodeaba y que ellos y el resto del grupo Cogull, sin excepción, pusieron en nuestra ciudad.
miércoles, 8 de octubre de 2008
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